Carta 8/4/14, 25/3/10, 1/5/08: Conexión a Internet en los Salones del Reino

Hay algunos que quisieran creer que detrás de esta clase de instrucciones no hay ningún trasfondo. Sencillamente aceptan estos cambios sin hacer más análisis. Se niegan a usar la capacidad de pensar con la que Dios los dotó y prefieren hacer la vista gorda ante el evidente mal con que se está actuando. Este blog no va dirigido a estas personas abúlicas y amébicas, que abdican de su poder de decisión sobre su propia vida y lo entregan a terceros que ni siquiera conocen, negándose a hacerse responsables de sus propios actos.

¡Qué puede ser más contradictorio que autorizar tener Wi Fi en el Salón del Reino, luego de tanta crítica a la Internet! ¡Qué puede ser más poco honesto que mandar a destruir la carta que sostenía todo lo contrario hace 4 años atrás! ¿O es que el espíritu santo es errático en su curso, en vez de seguir una sola línea? Porque hay que contemplar lo que supuestamente mandó a las congregaciones a efectuar hace sólo 4 años atrás en el mismo país:

Seguro habrá quienes, ignorando las sutilizas de la manipulación, dirán que el que se contrate un plan de Internet para el Salón del Reino siempre se ha dejado a criterio de los ancianos. Preguntamos: Si es así, entonces ¿por qué mandan a destruir la carta del 25 de Marzo de 2010? La respuesta es: Porque las cartas tienen enfoques antagónicos. Aunque dejan la decisión supuestamente al cuerpo de ancianos, una subliminal frase introductoria dicta el tenor de la carta y los condiciona:

Carta del 25 de Marzo de 2010:

"Dado que muchos publicadores ya tienen conexión a Internet en su casa, probablemente no exista una gran necesidad de disponer de ese servicio en el Salón del Reino". 

Carta del 8 de Abril de 2014:

"Tener este tipo de conexión en el Salón del Reino sirve para que algunos publicadores consulten la página de jw.org si no tienen manera de hacerlo en su hogar. También es un medio para orientar a algunos hermanos en el uso de nuestro sitio".

Ambas frases preceden a la misma declaración en esencia que deja (en teoría) la decisión de dotar de Internet al Salón del Reino a los ancianos. En ambas se trata la necesidad de Internet de los publicadores. Sin embargo, curiosamente las cartas NO llegan a la misma conclusión, a pesar de partir de la misma premisa: 

Para 2010, era innecesario tener Internet en el Salón, tomando en cuenta la posibilidad de conexión particular de los publicadores. 

Para 2014, es necesario tener Internet en el Salón, tomando en cuenta la posibilidad de conexión particular de los publicadores. (Se añade además, la posibilidad de hacerles tutotiales de jw.org...)

Esto NO tiene lógica: Si para 2010 no se considera necesario tener los Salones del Reino con Internet, "dado que muchos publicadores ya tienen conexión a Internet en su casa", ¡menos necesario es ahora, puesto que la cantidad de publicadores con acceso a Internet ha aumentado! Tampoco es necesario para "orientar a algunos hermanos en el uso de nuestro sitio"  contar con conexiones desde los salones... sólo basta con usar las tablets,  los celulares, las laptots, etc. Incluso en algún pastoreo se puede enseñar a usar jw.org en su misma casa a los publicadores, aunque tengan un viejo computador de escritorio...

Por otro lado, si vamos a suponer que lo que se dijo en 2010 estaba errado y que la instrucción de ahora es la correcta, llegamos a conclusiones más incómodas todavía: Si ahora amorosamente se está pensando en los pocos que no tienen conexión a Internet, y las congregaciones tienen que proveerles conexión y entrenamiento en el uso de jw.org, ¿por qué no se pensó antes en los hermanos más desfavorecidos? ¿Por qué en 2010 bastaba con que "muchos publicadores" tuvieran acceso a Internet para no considerar como una "gran necesidad" el que existan hermanos sin conexión a Internet desde su casa?

Quizá haya quien piense que estoy "dirigiéndole la opinión al lector" como sibilinamente se hace en este tipo de correspondencia... pero para que quede más allá de toda duda la postura que la Organización había tenido hasta ahora respecto a la conexión de Internet de los salones, adjunto otra carta más:

Esta carta de la sucursal de Chile, del 1 de Mayo de 2008, trata sobre las conexiones a Internet y teléfono. (Hay que decir que en mi país no son comunes los Salones del Reino con teléfono y no conozco ninguna congregación que haya instalado Internet. De hecho, tampoco conozco congregaciones donde las reuniones se transmitan si quiera por teléfono... a lo sumo se graban para los hermanos de edad. En Chile, la mayoría de los cuerpos de ancianos considera que este tipo de servicios reforzaría la inasistencia a las reuniones). Quiero destacar algunas frases pertinentes. Al tratar sobre las teleconferencias, señala:

"Las congregaciones que contraten este servicio tendrán que pagar una mensualidad, pero no será necesario que instalen una conexión a Internet en el Salón del Reino. Algunas congregaciones han informado que este sistema les resulta más sencillo y barato que instalar y mantener líneas de teléfono. No obstante, los ancianos de cada congregación deben evaluar si en su caso sería rentable. Sea cual sea la decisión, recuerden que el Cuerpo Gobernante no favorece a ninguna compañía o proveedor de servicios en particular". 

Los comentarios respecto a las videoconferencias son muy interesantes también:

"No es una buena opción, ni tampoco la mejor forma de emplear los fondos dedicados... Consideramos que es suficiente disponer de una conexión telefónica". 

Quien no quiera ver cómo el Cuerpo Gobernante en este materia ha adoptado una posición diametralmente opuesta a la anterior, está ciego como para ver las verdaderas razones detrás de los cambios. No hay que olvidar esta frase:

"El Cuerpo Gobernante no favorece a ninguna compañía o proveedor de servicios en particular".

O como se dijo en Nuestro Ministerio de Febrero de 1992 respecto a la compra de materiales de construcción: "La Sociedad no tiene un programa nacional para la compra de materiales". La Organización no hacía publicidad de determinados productos o compañías para evitar verse vinculada al mundo de los negocios. Ahora sucede todo lo contrario. Aquí se pueden ver algunos de los avisos publicitarios de jw.org: 

http://hildeydesa.blogspot.com/search/label/Proveedores%20de%20la%20WT

¿Por qué razón se cambio esta forma de actuar? Sin ir más lejos, en relación a este mismo tema respecto a las conexiones de Internet en los salones: En USA, con motivo de la visita de zona en noviembre de este año, la sucursal sin ambages declara que está "negociando" descuentos en el equipo necesario y la conexión a Internet para las congregaciones, imponiendo proveedores monopólicos, que sin duda retribuirán a la sucursal por entregarles semejante mercado cautivo:

http://hildeydesa.blogspot.com/2014/05/carta-visita-la-sucursal-en-noviembre.html

¿No era que el 'Cuerpo Gobernante no favorecía a ninguna compañía o proveedor de servicios en particular'? ¿No era que la Sociedad no tenía un "programa nacional" de adquisiciones? ¿A qué se debe que haya cambiado su postura dando un giro de 180°?