"Dilexi iustitiam et odivi iniquitatem propterea morior in exilio"

martes, 14 de enero de 2014

Carta 1/10/10: A los egresados de la Escuela de Entrenamiento Ministerial


Un nuevo colaborador de México ha tenido la gentileza (tomándose algunas molestias) de compartirnos esta carta. Nos hubiera gustado nombrarlo, pero ha preferido hacer su contribución desde el anonimato. ¡Te estamos muy agradecidos! ¡Esperamos más aportes tuyos, compañero!

Esta es la observación con la que adjunta esta carta, que deseamos dar a conocer a México y al mundo:

Pues lo único que yo diría es que le cortan las alas al pajarito que sale graduado para que no pueda volar, pues lo atan al cuerpo de ancianos. En todo caso necesita una buena recomendación de ellos y pues pretenderá quedar bien con ellos, ¿no te parece? Pero sé que tú le sacarás mejor provecho.

Pues bien, la Escuela de Entrenamiento Ministerial, luego Escuela Bíblica para Varones Solteros, el año 2013 pasó a ser la Escuela para Evangelizadores del Reino:

De entrada, se nos dice que la organización quiere "usar al máximo la capacitación que recibieron" los egresados, por no decir a los graduados mismos. De hecho, deben "trabajar bajo la dirección de la sucursal".  Todo esto, pese a que la sucursal no les provee de arriendo ni de nada, a lo sumo vía SC hace que las congregaciones contribuyan con estos gastos, en su mayoría a título personal de los hermanos. 

Sin embargo, la sucursal se arroga la potestad de "asignarlos" a los congregaciones que les plazca. En Chile, es frecuente exponer a los graduados a viajes de cientos de kilómetros... sin ningún tipo de financiamiento directo para mudanza, ni nada y tampoco proveyendo siquiera de trabajo para el sustento: esta obligación la tienen que cumplir los ancianos locales, que muy poco logran la mayoría de las veces para conseguirles un trabajo que les permita "seguir en la asignación", en su mayoría  en lugares rurales y económicamente deprimidos. Muchos graduados tienen por estos motivos que pasar por la mala experiencia de volver a sus congregaciones, más encima teniendo que aguantar la crítica de que su fracaso se debió a la falta de la "bendición de Jehová". Ese es el "pago de la congregación" que te hace una gran celebración para despedirte, pero que es incapaz de entender que tienes que comer y vivir en un lugar decente. Trabajar de temporero (recolector de fruta) y vivir en una casa sin energía eléctrica, en los campos de Chile, alejado de todo, sin vehículo, y teniendo que emprender grandes caminatas a diario, además de lidiar con un cuerpo de ancianos que se siente amenazado por la llegada del graduado y una esposa descontenta, es una "bendición de Dios" de la que tu congregación no tiene idea.

Tal como observa muy bien nuestro colaborador, el graduado quiéralo o no, está siempre sujeto a tener que llevarse bien con el cuerpo de ancianos al que llega. Si no, corre el riesgo de no ser recomendado como "graduado" utilizado por la sucursal, sobre todo si es siervo ministerial solamente. La "buena recomendación" de parte del cuerpo de ancianos condena al graduado a vivir en genuflexión para mantener la condición de "graduado". 

La sucursal no sólo desea "armonía" entre los graduados y los cuerpos de ancianos a través de las recomendaciones, sino que desea que se muden donde la sucursal los asigne. Si se mudan por razones personales, siguen siendo graduados, pero ya no tienen el privilegio de trabajar "directamente" bajo la sucursal. A los graduados en Chile se les decía que "eran los ojos de la Comunidad (sucursal chilena) en las congregaciones". Pero la verdad, es que el ser graduados no les da autoridad especial ni mucho menos: deben seguir andando al compás del cuerpo de ancianos y del SC, el verdadero representante de la sucursal (que no los puede cambiar sin consultar a la sucursal de acuerdo a la carta, pero que en la práctica toma todas las decisiones). Sólo es un título (con carta de la sucursal) para desgastarse como precursores regulares en lugares "con necesidad" y por lo general muy atribulados. 

Sin embargo, como es deseable que los graduados "reinen pero no gobiernen" como meras figuras decorativas, pero a la vez trabajen al máximo, la carta, para motivarlos hace mucho hincapié en el status de graduado, diciendo que sólo se puede perder "por ser atendido por un comité judicial". Una remoción puede hacerlo perder todos sus privilegios ¡pero no pierde el status de graduado! Es a todas luces un título honorífico, que puede dar cierta "nobleza espiritual" a quien lo detenta, pero en términos prácticos, no tiene ningún valor. 

Y al final se deja un buzón para que los graduados escriban directamente a la sucursal. Conocí muchos graduados que se ufanaban de escribir largas cartas a la sucursal... pero en la práctica no había ninguna decisión a su favor en desmedro de sus coancianos. Lo que dice el SC pesará más que lo que digan todos los graduados del circuito. Así que escriban y escriban y escriban... ¿No se dan cuenta la clase de correspondencia que la sucursal quiere recibir? "Estamos a la expectativa de seguir escuchando comentarios positivos" Esa frase no la olviden. La sucursal no quiere saber de problemas. Quiere oír que todo está bien. 

Quien esté pensando en hacer carrera a través de estas escuelas en la organización piénselo muy bien: Es una vida de genuflexión, de sometimiento constante, de frugalidad... Pueden pasar muchos años de lo mismo, antes de ser nombrado sustituto de viajero o precursor especial temporero, y ya llegar aquí cuesta mucho, porque se espera, por ejemplo, que no tengan a esas alturas una esposa enfermiza y/o depresiva (anulada en sus deseos de tener hijos), sin que hayan invertido nada en salud como para pedirles eso de vuelta. Pero así es la organización, llena de graduados que a lo sumo llegan a coordinadores de congregaciones que tenían necesidad y establecen allí su pequeño feudo. Poquísimos llegan a SC y para eso se requieren muchos requisitos que son "leídos pero no escritos". 


1 comentario:

  1. asi es esta editorial multinacional, le gusta que le trabajen gratis y como sus súbditos deben trabajar aquellos que se creen sus amenazas, típico sales en la predicación gastas el tiempo, ropa, zapatos y gasolina parece que nunca haces lo suficiente a veces parece que su dios jehová es muy exigente o un tirano que solo quiere aprovecharse de los testigos y hacerlos sentir miserables por que no esta a la altura de sus exigencias,

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