"Dilexi iustitiam et odivi iniquitatem propterea morior in exilio"

domingo, 29 de marzo de 2015

Carta 17/03/15: Información necesaria para la visita del Superintendente de Circuito, S-61


1 comentario:

  1. La siguiente afirmación es verdaderamente lamentable: "El superintendente de circuito obtendrá información personal Y ESPIRITUAL de la tarjeta de registro de publicador de la congregación de cada uno y, cualquier HISTORIA QUE CONSIDEREN PERTINENTE la puede compartir con él el día martes, el coordinador del cuerpo de ancianos u otro anciano que se haya seleccionado" (traducción personal).

    Nadie puede ver lo que hay en el corazón de una persona y mucho menos "medir" su espiritualidad. La segunda carta a los Corintios en el capítulo 1, versículo 22 dice claramente que nuestro señor Jesucristo "ha puesto su sello sobre nosotros y nos ha dado la prenda de lo que ha de venir, es decir, EL ESPÍRITU EN NUESTROS CORAZONES".

    Un hombre común y corriente que se va a basar en las muchas horas y literatura distribuida por otro hombre común y corriente para "calificar su espiritualidad" y que también tomará en cuenta los "chismes" (no encuentro mejor palabra para definirlo) que le contarán los que pretenden recomendar al susodicho... ¡qué manera de desvirtuar la palabra de Dios con semejantes reglas! Y no es que sean nuevos procedimientos; sin embargo, es bueno reafirmar de vez en cuando que no los han cambiado a fin de confirmar que la verdad no está en dicha organización.

    Curiosamente, la misma JW.ORG publicó en alguna ocasión la siguiente frase que encaja como anillo al dedo con la forma en que ahora miden la espiritualidad de la gente:

    *** w95 15/6 pág. 15 párr. 11 ¿Qué lo motiva a servir a Dios? ***

    Los fariseos desvirtuaban la adoración de Dios. En vez de destacar el amor a Dios, RECALCABAN QUE LAS OBRAS ERAN LA VARA DE MEDIR LA ESPIRITUALIDAD. Su preocupación por las reglas detalladas hacía que parecieran justos por fuera, pero por dentro estaban “llenos de huesos de muertos y de toda suerte de inmundicia”. (Mateo 23:27.)

    Triste realidad que gobierna a los testigos de Jehová por todo el mundo. Saludos cordiales.

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